Violaciones de los derechos laborales de los docentes auxiliares
El Profesor Etchenique y el resto del oficialismo se jactan de ser “progresistas” y a menudo citan frases como la que sigue: “La luchas obreras de principio del siglo XX generaron una serie de normas mas o menos universales, que hoy se aplican en muchisimos paises del mundo(o al menos asi lo obliga la ley). Una de ellas es la conocida "jornada de 8 horas" o de 40 horas semanales. Antes era comun el trabajo "a destajo" o "de sol a sol" como todavia pretenden (y ejecutan) muchos terratentientes con sus peones.” Roberto Etchenique (mail 23/7/2009).
La hipocresía de estas personas los lleva a escamotear del debate algunos de los reclamos históricos por los cuales dieron sus vidas miles de trabajadores desde principios del siglo XX: “la estabilidad laboral” para todo trabajador que realice sus tareas de modo correcto, la “indemnización” en caso de que un trabajador fuese despedido sin causa fundada, y el derecho a la “reincorporación” del trabajador que hubiera sido despedido sin causa justificada.
Aunque parezca increíble, el régimen laboral de los docentes auxiliares de la FCEN-UBA (la mayor proporción de la planta docente), no reconoce ninguno de los derechos mencionados. De hecho, bajo el régimen de concursos abiertos cada 3 años, un docente auxiliar puede ser despedido sin respetar sus antecedentes de buen desempeño. De este modo, por más que el docente lleve 10, 20, o incluso 30 años de actividad, ganando los sucesivos concursos, puede ser despedido sin indemnización alguna (como si nunca hubiese trabajado para la Facultad).
Como se observa el “progresismo de Exactas” somete a los docentes a un régimen laboral que, como si estuviésemos a principio del siglo XX, viola los derechos básicos de cualquier trabajador, esto es: “el derecho a un trabajo digno y estable”.
Las autoridades de la FCEN-UBA aplican la política del Tero: “cantan por un lado” para “poner los huevos los huevos por otro”, ya que la mayoría de las autoridades y profesores del oficialismo pertenecen a la carrera de investigador del CONICET, en la cual gozan de un régimen laboral que reconoce y garantiza los derechos laborales básicos en función del desempeño individual: estabilidad laboral, promoción en función del desempeño, y despido con indemnización. Mientras que, por otro lado, someten a la mayoría de los docentes de la FCEN a un régimen laboral injusto que no incluye ninguno de los logros conseguidos por los trabajadores durante el siglo XX y en lo que va del siglo XXI.
Consideramos que en forma urgente se deberían incorporar al régimen laboral de los docentes auxiliares de la FCEN-UBA los derechos a la “estabilidad laboral en función del buen desempeño del docente”, “promoción a categorías superiores en función de las tareas realizadas en el cargo y sus propios antecedentes” e “indemnización en caso de despidos sin causa justificada”. Creemos que ya es hora de abandonar el argumento liberal que sostiene que la precariedad laboral genera excelencia, el cual sustenta nuestro benemérito sistema de ‘concursos periódicos y abiertos’.
Resulta inadmisible que en el siglo XXI estos derechos no sean tenidos en cuenta en el régimen laboral de los docentes auxiliares de la FCEN, más aún cuando las autoridades de la misma pretenden ser consideradas ‘progresistas’.