Desde Entre Todos queremos hacer notar el clima en el que se vive en esta facultad, cada día más: Cualquier expresión disidente es atacada por una sarta de obsecuentes con el poder, de modo tal de acallar a cualquiera que pueda pensar ligeramente distinto. Sumemos a esto que los concursos no son, digamos, todo lo imparciales que deberían ser, y eso crea pánico en todo aquel que abandone el rebaño. Más aún, a esta altura de la historia todos sabemos que quien se destaca en vociferar insultos a la oveja negra tiene muchas posibilidades de ver acelerada su carrera académica (por ejemplo, el máximo vociferante, Etchenique, o tanto ex-consejero de Sumatoria que pasó a profesor en tiempo record). El resultado es una multitud de obsecuentes que se apresuran
a insultar y amedrentar, por un lado, y por el otro una multitud temerosa, que no se anima a asomar la cabeza por miedo a que se la corten. La excepción es la de algún jubilado que ya no tiene nada que perder porque le sacaron todo, y que los pone tan nerviosos porque no se calla de una vez que lo quieren sacar de las listas.
El último episodio es el de la promoción del Prof. Gurtler. Etchenique, que ya no tiene vergüenza que perder, inicia el proceso de linchamiento, acusando a un consejero de graduados de iniciar una vendetta política, 1 contra 9, en el Consejo Directivo, porque “se negó a votar positivamente su ascenso”. Claramente, un acto de insubordinación inadmisible. ¿Cómo alguien puede negarse a votar lo que quieren las autoridades?
A Rober inmediatamente se le agrega Marce, otro obsecuente a la pesca de algún favorcito, que expresa la “vergüenza ajena que le provoco escuchar al consejero Rodriguez Gil votando en contra y así frenando el ascenso a titular del Dr. Gurtler”.
Finalmente, resulta que el Consejero no votó en contra, porque no hubo votación alguna. Eso, que a cualquier mortal le resultaría una mentira, nos aclaran ahora los máximos ideólogos del acomodo, los Dres. Paz y Olabe, no es tal. Digamos que era una manera de simplificar la situación para que la gente no tuviera que pensar mucho, una actividad peligrosa para el poder.
La realidad, citamos textualmente al Dr. Paz es que nuestro consejero “dijo explícitamente que no votaría afirmativamente en esta sesión la promoción de Gurtler ya que tenia "dudas"”. Todos sabemos que tener dudas es un pecado que en la facultad se paga con el linchamiento.
En esta facultad el sistema de Concursos funciona así: los jurados los pone el oficialismo a voluntad. Los veedores los pone el oficialismo a voluntad. El oficialismo controla a voluntad al jurado, por si alguno no cumple "satisfactoriamente" con su “tarea”. Al resto, le queda la obligación de votar afirmativamente, sin permitirse ni siquiera algunas “dudas”. Si alguno tiene dudas después de un mecanismo tan transparente, es claramente un subversivo que debe ser castigado con, al menos, el peso de la opinión pública. Recordemos que se trata de un consejero en un cuerpo de 16, que aún conserva la dignidad de votar según sus convicciones o, como en este
caso, no votar hasta no estar convencido. Muchos consejeros de minoría ni aparecen por el CD, hartos del manoseo y de lo inútil del ritual hebdomadario. Agrupaciones enteras de graduados decidieron abandonar la participación en la política académica, hartos de tanta arbitrariedad.
Pues bien, los consejeros de Entre Todos seguiremos votando con nuestra conciencia, aunque sabemos que eso puede significar ver nuestras carreras demoradas, perder concursos, o hasta algún Juicio Académico. Y que la alternativa, votar lo que se nos ordena, sería muy provechosa para nuestras carreras. Aquellos graduados que quieran tener consejeros de este tipo en el CD, tienen una opción para las próximas elecciones.
Antes de finalizar, nos preguntamos por qué tanto interés en discutir estos temas, y no los que realmente importan. La vergonzosa aceptación de los fondos de la minería contaminante, por ejemplo, o el servir de
pantalla a la intervención al Indec, para citar dos casos recientes. La inestabilidad laboral y los concursos amañados, un problema de toda la vida cada vez más agravado por la soberbia de las autoridades. ¿No será que tanto fuego de artificio es para desviar la atención? ¿Y dónde está Sumatoria, a todo esto, mientras los profesores de ADU hacen campaña para ellos?
Entre Todos
Graduados de la FCEN
a insultar y amedrentar, por un lado, y por el otro una multitud temerosa, que no se anima a asomar la cabeza por miedo a que se la corten. La excepción es la de algún jubilado que ya no tiene nada que perder porque le sacaron todo, y que los pone tan nerviosos porque no se calla de una vez que lo quieren sacar de las listas.
El último episodio es el de la promoción del Prof. Gurtler. Etchenique, que ya no tiene vergüenza que perder, inicia el proceso de linchamiento, acusando a un consejero de graduados de iniciar una vendetta política, 1 contra 9, en el Consejo Directivo, porque “se negó a votar positivamente su ascenso”. Claramente, un acto de insubordinación inadmisible. ¿Cómo alguien puede negarse a votar lo que quieren las autoridades?
A Rober inmediatamente se le agrega Marce, otro obsecuente a la pesca de algún favorcito, que expresa la “vergüenza ajena que le provoco escuchar al consejero Rodriguez Gil votando en contra y así frenando el ascenso a titular del Dr. Gurtler”.
Finalmente, resulta que el Consejero no votó en contra, porque no hubo votación alguna. Eso, que a cualquier mortal le resultaría una mentira, nos aclaran ahora los máximos ideólogos del acomodo, los Dres. Paz y Olabe, no es tal. Digamos que era una manera de simplificar la situación para que la gente no tuviera que pensar mucho, una actividad peligrosa para el poder.
La realidad, citamos textualmente al Dr. Paz es que nuestro consejero “dijo explícitamente que no votaría afirmativamente en esta sesión la promoción de Gurtler ya que tenia "dudas"”. Todos sabemos que tener dudas es un pecado que en la facultad se paga con el linchamiento.
En esta facultad el sistema de Concursos funciona así: los jurados los pone el oficialismo a voluntad. Los veedores los pone el oficialismo a voluntad. El oficialismo controla a voluntad al jurado, por si alguno no cumple "satisfactoriamente" con su “tarea”. Al resto, le queda la obligación de votar afirmativamente, sin permitirse ni siquiera algunas “dudas”. Si alguno tiene dudas después de un mecanismo tan transparente, es claramente un subversivo que debe ser castigado con, al menos, el peso de la opinión pública. Recordemos que se trata de un consejero en un cuerpo de 16, que aún conserva la dignidad de votar según sus convicciones o, como en este
caso, no votar hasta no estar convencido. Muchos consejeros de minoría ni aparecen por el CD, hartos del manoseo y de lo inútil del ritual hebdomadario. Agrupaciones enteras de graduados decidieron abandonar la participación en la política académica, hartos de tanta arbitrariedad.
Pues bien, los consejeros de Entre Todos seguiremos votando con nuestra conciencia, aunque sabemos que eso puede significar ver nuestras carreras demoradas, perder concursos, o hasta algún Juicio Académico. Y que la alternativa, votar lo que se nos ordena, sería muy provechosa para nuestras carreras. Aquellos graduados que quieran tener consejeros de este tipo en el CD, tienen una opción para las próximas elecciones.
Antes de finalizar, nos preguntamos por qué tanto interés en discutir estos temas, y no los que realmente importan. La vergonzosa aceptación de los fondos de la minería contaminante, por ejemplo, o el servir de
pantalla a la intervención al Indec, para citar dos casos recientes. La inestabilidad laboral y los concursos amañados, un problema de toda la vida cada vez más agravado por la soberbia de las autoridades. ¿No será que tanto fuego de artificio es para desviar la atención? ¿Y dónde está Sumatoria, a todo esto, mientras los profesores de ADU hacen campaña para ellos?
Entre Todos
Graduados de la FCEN